El método que han utilizado se denomina “encubrimiento plasmónico”. Andrea Alu y sus compañeros de investigación utilizaron metamateriales plasmónicos. Cuando un rayo de luz incide sobre un objeto cualquiera, rebota sobre él y se dispersa en todas direcciones. La razón por la que podemos ver el objeto es que la luz rebota hacia nuestros ojos, que transmiten al cerebro la información recibida. Sin embargo, los materiales plasmónicos no tratan la luz de la misma manera, lo que hacen es anularse mutuamente, consiguiendo un efecto de transparencia desde cualquier ángulo de observación.
El primer objeto que han conseguido volver invisible ha sido un tubo cilíndrico de 18 centímetros. El próximo paso para los investigadores es lograr el mismo resultado en el rango de la luz visible, es decir, el que percibimos a simple vista.
Fuente: El Mundo
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